Las guitarras acusadas de matar la selva


La conocida firma fabricante de guitarras Gibson seguirá fabricando sus codiciados instrumentos musicales sin las presiones legales con las que ha trabajado en los últimos meses, tras negociar con el gobierno estadounidense el fin de una investigación por violación de leyes ambientales internacionales.
Aunque la División de Recursos Naturales y Ambiente del Departamento de Justicia anunció que Gibson reconoció que había violado códigos nacionales e internacionales que protegen a bosques de maderas exóticas, la empresa afirma que "se vio compelida" a zanjar el tema por el tiempo y el dinero que habría consumido un eventual juicio.
El hecho es que la fabricante de las famosas guitarras Les Paul tendrá que pagar una multa de US$300.000, abandonar el reclamo de maderas por un valor de US$262.000 que fueron incautadas por investigadores federales y dar un aporte de US$ 50.000 para programas de protección ambiental.
Y aunque el acuerdo extrajudicial resuelve el problema específico de Gibson, no despeja las dudas por la aplicación de la llamada Ley Lacey y la legalidad de miles de instrumentos musicales fabricados con maderas exóticas hoy bajo control.

Ley centenaria

Aunque centenaria ya, en 2008 la Ley Lacey fue reforzada incorporando lo dispuesto en tratados internacionales sobre el manejo de especies vegetales amenazadas.
La norma ordena que las firmas verifiquen que la madera usada fue obtenida de madera legal.
Amparados en esa ley, en noviembre de 2009 y abril de 2011 agentes federales realizaron inspecciones sorpresa y decomisos de maderas de ébano de Madagascar para la fabricación de instrumentos musicales en las instalaciones de Gibson Guitars en Nashville, Tennessee.
En aquel momento la empresa, respaldada por muchos políticos locales republicanos, se quejó del "amenazante" operativo policial en el que sus instalaciones se vieron rodeadas por decenas de agentes armados y aseguró que las maderas incautadas habían sido compradas en India.
En la industria de los instrumentos musicales la madera de Madagascar fue vista en los años 90 como el ansiado sustituto al palo de rosa de Brasil, cuyo comercio quedó prohibido por la sobreexplotación de esos árboles.
Pero también el comercio de maderas exóticas de Madagascar está prohibido desde 2006 por las leyes de esa nación africana, afectada en las últimas tres décadas por la pérdida del 30% de sus bosques a causa de la tala indiscriminada.
Un informe del Banco Mundial presentado en marzo asegura que el comercio ilegal de maderas puede llegar hasta los US$ 15.000 millones anualmente.

Sigue la producción

El comunicado del Departamento de Justicia anunciando el fin de la investigación insiste en que personal de la empresa viajó a Madagascar y pese a ser informado de las nuevas regulaciones en el comercio de ébano, la directiva de Gibson "no tomó acciones" y siguió comprando a su proveedor sin realizar investigaciones adicionales.
En cambio, la directiva de Gibson considera que la solución los absuelve de cierta manera y les permite regresar al trabajo.
"Una parte importante del acuerdo es que recuperaremos los materiales que fueron incautados en el segundo allanamiento armado en nuestras fábricas y tenemos el reconocimiento formal de que podemos continuar usando palo de rosa y ébano de la India, como hemos hecho por décadas", dijo en un comunicado, el director de Gibson, Henry Juszkiewicz.
uszkiewicz dijo sentir que "Gibson fue injustamente señalada" e insistió en quejarse de "los métodos hostiles y violentos" que pusieron "a un fabricante estadounidense en riesgo y en una desventaja competitiva".
Sin embargo, los comentaristas destacan que la reacción de Juszkiewicz ha sido mucho menos virulenta que la que había mantenido en los últimos meses frente al gobierno al que acusaba de tratar a su empresa "como a traficantes de drogas".
En su comunicado, el jefe de Gibson dijo estar satisfecho porque "el gobierno finalmente vio la luz (…) y reconoce que fue inapropiado criminalizar este asunto".

Política y medio ambiente

El caso de Gibson cayó en el terreno del debate político.
Mientras algunos promotores de la defensa del ambiente esperaban que el gobierno usara el caso de Gibson para demostrar "seriedad" en la aplicación de las leyes ambientales, entre sectores conservadores se vio como una persecución antiempresarial.
En EE.UU. la defensa del medio ambiente es frecuentemente identificada con círculos liberales.
Pese al acuerdo de Gibson con el Departamento de Estado sigue sin resolverse el dilema que genera la Ley Lacey, cuya muy cuestionada aplicación retroactiva hace que, en teoría, cada poseedor de un instrumento musical deba demostrar que en su fabricación no se usaron maderas de origen dudoso.
El año pasado una iniciativa parlamentario proponía hacer un inventario de los instrumentos de colección antiguos o "vintage" fabricados en tiempos en que no existían restricciones sobre las maderas exóticas, pero no ha prosperado hasta ahora, entre otras razones, por miedo a que sea violatorio de la privacidad personal.

Tomado de la redacción de 
BBC MUNDO.

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