jueves, 3 de septiembre de 2009
martes, 1 de septiembre de 2009

El pianista, cantante y director musical de la legendaria agrupación "Conjunto Quisqueya", Chuky Acosta, es una de las figuras de la música que cada véz que llega a este ambiente, sube a la tarima a descargar con "Los Bonyé"

La Plaza de la Paz, el teatro Amira De la Rosa y el Country Club, serán los escenarios donde retumbará el Jazz en todo su esplendor. La capital del Atlántico rinde homenaje durante 4 días a una música universal que brilla en el virtuosismo de sus intérpretes.Barranquijazz está en el circuito jazzístico de los festivales de la cuenca del Caribe como uno de los más importantes por el nivel de sus invitados. Los máximos exponentes vivos del Jazz han pasado por las tarimas de este festival para disfrute de los fanáticos de la Costa Caribe colombiana.
El grupo sacará a relucir temas como "Chan Chan'', "El cuarto de Tula'', "Dos gardenias'' (en homenaje al fallecido vocalista Ibrahim Ferrer) y el danzón "Buena Vista Social Club'', paradójicamente menos conocidos que los anteriores pero que dio nombre al proyecto.
El objeto es seleccionar proyectos de producción musical de diferentes estilos a fin de poder celebrar con sus promotores contratos de patrocinio. El Gobierno de Canarias se ha marcado como uno de sus principales objetivos culturales la promoción de la producción musical en Canarias y de la industria en general, como un medio para desarrollar los valores culturales de Canarias y la diversidad de lenguajes, géneros y estilos musicales, y ello por considerar la música como un elemento esencial para el acceso de todos los ciudadanos a la educación, la información y la cultura.
La industria discográfica reaccionó con una negativa a la propuesta de Steve Jobs, presidente ejecutivo de Apple, de utilizar un sistema de software abierto que permita que las canciones puedan escucharse en cualquier dispositivo.Jobs sorprendió a propios y extraños cuando colocó la semana pasada un texto en la página corporativa de su empresa en el que señalaba que, si no se utilizase el software de derechos digitales (conocido como DRM, por sus siglas en inglés) los consumidores podrían comprar música en cualquier parte y escucharla en cualquier reproductor. Ver escrito completo AQUI.

Recuerdo que irónicamente, Macho le respondió al tipo-lo que pasa es que a este pobre muchacho le entró el jazz por el patio-frase que me causó gracia porque efectivamente vengo del patio.
Y cuando hablo de patio, me refiero a la marginalidad social que conlleva vivir en un barrio-no importante en el país que te encuentres, la esencia es la misma-y al hecho de que de esa marginalidad, al igual que yo, surge la música que me permitió conectar con el jazz. También hablo de patio cuando ubico al Caribe frente al mundo: Y es que él es mi patio.
Por supuesto que el jazz me entró por el patio. Y el purista, que gozó su carcajada, entendió, despectivamente, que me entró por la parte de atrás. Pero tengo que decir que sea por delante o por detrás, me entró por mi realidad, que agrio, amargo o dulce, fue el vino que me tocó beber.
Y está claro que en mi patio, lo primero que sonó fue un tambor, con los mismos toques que planteó la orquesta de Machito y posteriormente Mongo Santamaría y Ray Barretto, por mencionar algunos nombres que insertaron las bases rítmicas y las improvisaciones afro caribeñas a las armonías jazzísticas.
Con estos toques se originó la fusión que denominada jazz latino, aunque el tiempo ha hecho del término algo más complejo, pues el jazz se ha fusionado con otras expresiones latinoamericanas, más allá de lo afro-caribeño, y eso también es jazz latino. Pero fueron los ritmos afrocubanos los primeros en cohesionarse, como fue la música cubana la primera en llamarse música latina en los Estados Unidos.
Difícilmente yo le llamo jazz latino o jazz afro caribeño. Suelo denominarlo “mi jazz”, o “nuestro jazz” si en plural es la cosa. Es el mismo, cuyas melodías me trasportaron al conocimiento de la obra de los grandes maestros. Es el que me permitió, en primera instancia, entender la libertad y los viajes siderales que ha aportado la llamada música de los músicos a mucha de las músicas populares del mundo.

Lamenté mucho no haber recibido aquella pregunta en alguna tertulia, ya que mis ganas de seguir hablando sobre esta obra de la música caribeña se agudizaron. De ahí mi deuda, no sé si con el oyente, o conmigo, de seguir rindiendo toda la pleitesía a esta canción, que de bolero paso hacer camaleónica, pues por su encanto ha sido versionada en diferentes géneros musicales.
Hemos colocados algunos videos, muestras que hablan de esas versiones.
En estos videos aparecen una versión a capella del cuarteto del pop Barrio Boyz, realizada en un especial de Televisión que el Banco Popular de Puerto Rico hizo en honor al legendario compositor; una a piano y voz, a cargo de Elizabeth Meza, intérprete mexicana que se ha desarrollado en vocalizaciones de jazz; la que es considerada la más emblemática interpretación del tema, la de Daniel Santos; una versión de Dave Valentin, que luego de su participación junto a Tito Puente en este tema, se ha visto obligado a interpretarlo donde quiera que va; y una versión muy íntima a cargo del cantautor sevillano Arturo Pareja-Obregón.
(Alexis Méndez).
Nota: Antes de iniciar algunos de estos videos, debes poner en pausa el reproductor de audio que esté a la derecha.
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