lunes, 10 de agosto de 2009

No había pensado en los Beatles desde el horrible episodio en el que fui atracado por tres “hijos de p” (perdón a sus madres, pues no tienen la culpa de lo que echaron al mundo). Ese sábado en la noche, llegaba de mi oficina, de finalizar la producción que al otro día saldría al aire en MUSICA MAESTRO-Estábamos armando un tributo caribeño al cuarteto de Liverpool, donde colocaríamos una buena muestra de versiones tropicales de sus temas-Al llegar al condominio donde resido, tres hombres armados me interceptaron, y pistolas en mano, me quitaron 3,800 pesos que llevaba en mi billetera y un maletín con mi colección de los Beatles, la que había llevado como forma de tener referencia en el momento de escribir la producción.
Me quitaron 4 producciones originales y siete recopilaciones, en las que había grabaciones inéditas del grupo, lo que me llenó de rabia e hizo que mi mente, junto con aquel trago amargo, arrastrara hacia el olvido a los causantes de momentos importantes de la banda sonora de mi infancia.
Superado el trauma, y con mi pequeña colección casi recopilada, gracias a la bondad de Luís Aquino, me llega una noticia de los Beatles. Ellos siempre serán noticia, gracias a su siembra musical. La de ahora es la celebración del 40 aniversario del momento en que Paul, John y George y Ringo se tomaron una de las fotografías más conocidas en el ambiente de las artes visuales. Me refiero a esa en que se ven cruzando la calle Abbey, que corre aproximadamente de noreste a sureste, a través del suburbio norte de Londres de St. John’s Wood, en la que se encuentran ubicados, en la casa no. 3, los estudios Abbey Road de EMI, donde los Beatles, grabaron una buena parte de su repertorio.
Aquella foto fue la carátula de la última grabación de estudio que hicieron (1969). Su composición creativa ha llevado a que, durante estos 40 años, miles de personas de todo el mundo emulen aquel momento, situándose en el mismo lugar y caminando de la misma forma que el cuarteto, con miras a obtener un resultado similar.
Veamos un video que nos cuenta la historia de la inolvidable foto, el cual encontramos de BBC MUNDO. Para ver el video, entren AQUI./div>

Esta es la histórica fotografía, la cual fue tomada el 8 de Agosto de 1969.

Todo que el va allí, aprovecha para tomarse una fotografía parecida. Si es un grupo, mejor.

Varios álbumes han emulado la portada de Abbey Road. Entre ellos, este de Red Hot Chili Peppers.

Otro, es un álbum del grupo de rock "Kapanga", de Argentina.

Como sé de cuan víctimas o afortunadas son las composiciones de Bach, si de versionar se trata, imagino que este álbum debe ser una suerte de fusión de las mismas con rock, o tal vés son versiones fieles a las partituras originales, que simplemente se grabaron en el famoso estudio.

Aunque no viajó a Londres, el cantautor panameño Rubén Blades quiso tomarse una fotografía parecida a la de Los Beatles en su último álbum grabado en estudio.

Cuando empesé a buscar fotos que se parecieran a la que se tomaron los Beatles cruzando Abbey Road, imaginé que encontraría algo como esto. Supuse que Homero y su familia no se quedarían atrás.

Finalmente, esta es la portada de álbum que grabaran los legendario personajes de la serie de televisión "Plaza Sesamo". No recuerdo quien me lo regaló. Lo que sí puedo recordar es que nunca llamó mi atención hasta ahora, porque de niño, prefería los discos de salsa que habían en mi casa.

domingo, 9 de agosto de 2009


Un documental rescata material inédito del concierto “Zaire 74” con James Brown y lo mejor de la música ‘soul’ de la época.


Nota: Antes de ver este viedo, recuerde poner pausa al reproductor de audio que está a su derecha.

Por BARBARA CELIS
Nueva York - Ver a Celia Cruz atizando a ritmo de percusión con sus tacones blancos en la mano el techo interior de un avión no tiene precio. Ocurrió en 1974. La gran dama cubana compartía entre las nubes una borrachera musical y alcohólica con James Brown, Big Black, BB King, Bill Withers y The Spinners, entre otros. Era un viaje de 13 horas hacia las raíces, África, tierra que casi todos ellos iban a pisar entonces por primera vez.
Más de tres décadas después, esa imagen única e inédita acaba de regresar del pasado como parte de un brillante documental titulado “Soul Power”, dedicado a un espectacular concierto en Zaire que duró tres días y que reunió a la crème de la crème del ‘black power’ musical estadounidense y a lo mejor de la música africana de entonces. A juzgar por las críticas y los premios que está cosechando, la crónica cinematográfica del concierto Zaire 74, su preparación y lo que ocurrió entre bambalinas -filmado, entre otros, por el ojo rey del cinema verité Albert Maysles (director de Grey Gardens, Salesman o Gimme Shelter y otros grandes documentales- y dirigido por Jeffrey Levi-Hinte, está destinada a convertirse en un clásico entre las películas de conciertos.
La génesis del filme es insólita. Nace de los deshechos de otro documental con un fuerte peso histórico, “When we Were Kings”, ganador de un Oscar en 1997. Aquel título ahondaba en la figura de Muhammad Alí y su viaje a Zaire para reclamar el título de campeón de pesos pesados frente a George Foreman. Un promotor avispado -y que pasaría a la historia por ello, Don King- consiguió que el dictador zaireño Mobutu Sese Seko prometiera pagar $5 millones a cada boxeador a cambio de celebrar la pelea en su país. King aprovechó la expectación creada por aquel encuentro para organizar un concierto paralelo, Zaire 74.
Pero el grueso del espectáculo musical quedó enterrado en el recuerdo de quienes fueron testigos del festival y bajo el peso de múltiples disputas legales hasta que Levi-Hinte, que había sido uno de los editores que montó “When we Were Kings”, decidió rescatarlo del olvido. “Había más de cien horas filmadas de música espectacular que se habían quedado fuera de aquel documental. En 2005 convencí a David Sonenberg y Leon Gast, productor y director de ‘When We Were Kings’, para montar algo rápido y sacarlo en DVD. Cuando me senté a editar entendí que era demasiado bueno para desperdiciarlo así. Me he pasado tres años encerrado para llegar hasta ‘Soul Power’”. Levi-Hinte lo explicó recientemente tras la proyección del documental en el festival Silverdocs, donde se llevó una mención especial del jurado.
Es muy difícil permanecer quieto a lo largo de los 93 minutos de metraje puesto que, James Brown, Maceo Parker o The Crusaders no dan tregua: si el secreto de una buena película de conciertos es saber transportar al espectador hasta el mismísimo escenario e invitarle a bailar en él, “Soul Power” ha dado en el clavo.

(Tomada de El Nuevo Día, http://www.elnuevodia.com ).

El merengue, gran protagonista del cierre del DR Jazz Festival 2016

CABARETE, PUERTO PLATA.- La noche del sábado del Dominican Republic Jazz Festival 2016 se convirtió en un espectáculo sin precedente en l...