jueves, 2 de abril de 2015

Cheo, Gabo y Sonia; o el recuerdo de un jueves santo

(Por Alexis Méndez)
programamusicamaestro@yahoo.es
@alexis_mendez

Esa mañana desperté con mis fetiches. Esperaba que como cada jueves de la semana mayor lloviera, al tiempo que chantajeaba a mi abuela, recordándole que las Habichuelas con Dulce le daban magia al día. Todo lo imaginaba como cada año, hasta que las redes sociales me cambiaron el panorama, anunciando el trágico accidente de Cheo Feliciano.

Aquel 17 de abril fue diferente y doloroso. Cheo tenía más admiradores de los que yo suponía, lo que se manifestó en tristeza colectiva en toda América Latina y más allá.
A pesar del asueto, tocaba reunirme con Alex (Quezada) para encaminar un proceso creativo pendiente; pero eso tuvo que esperar, pues había que planificar un homenaje póstumo con las canciones del más romántico de los soneros y el más sonero de los románticos. Ya Julio (Virdes) había llamado para preguntar si era cierto todo lo que leía en Facebook, y la radio no paraba de tocar temas como “Amada mía”, “Juguete” y “Mi triste problema”.

A la partida de Cheo se le unió otro gran y querido viajero. La televisión terminaba de arruinarnos, anunciando que perdimos a Gabriel García Márquez. Entonces si se puso gris el cielo, no sé si de alegría porque recibía a dos caribeños tatuados entre los afectos de la mayoría, o porque la tierra perdía a dos grandes iconos contemporáneos, del canto y la literatura…contadores de historias y del sentir de una región.

Con almas impactadas, llenas del vacío, finalizamos la jornada. Entonces acudimos a un nuevo monitoreo de la Web, la que vimos repleta de post de canciones de una de las grandes intérpretes dominicanas de todos los tiempos, y una frase que corría como pólvora: La tarde está llorando y es por ti. ¡Mierda, también falleció Sonia!, dije molesto y lleno de pecado. Julio volvió a llamar, Alex volvió a sintonizar la radio, la que tocaba el tema del  referido estribillo, una de las tantas baladas que inmortalizó a Sonia Silvestre: Por qué llora la tarde.



Aquel jueves terminó con un respiro ante tan extendido ahogamiento. Lo de Sonia fue un rumor, y al enterarnos sacamos momentánea sonrisa, a pesar de que esta permanecía en estado de gravedad. Ya para el viernes todo estaba listos para entrar en Cabina el domingo, con un especial del cantante de Ponce y algunos audios del escritor de Aracataca, en los que enfatizaba las vinculaciones entre sus textos y la música. Llevábamos una loca consigna que mezclaba el título de una salsa que Tite Curet hizo para Cheo Feliciano y el fragmento inicial de la novela 100 años de soledad: Sobre una tumba humilde, el Coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.

Finalmente, el especial de radio tuvo sus modificaciones, pues el desenlace de Sonia Silvestre en esta vida llegó el sábado santo.      

miércoles, 1 de abril de 2015

Peter Novelli: Un blues para estos tiempos

Por Alex Quezada

Cuando el reto de un autor es crear canciones con episodios de la vida simple, o capturar lo tangible con cierto destello de misterios, Louisiana, en el sur de Estados Unidos, ofrece los ingredientes. En el imaginario colectivo, su amplio paisaje se presta como el entorno ideal; lleno de leyendas en noches de calor, que describen innumerables historias de supervivencia y trabajo, con cuerpos sudados en incesantes bailes con olor a alcohol y sexo; con noches de estruendosos sonidos, y otras de profundo silencio que un acorde de armónica suele interrumpir. Así lo podemos comprobar al enfrentarnos al álbum St. Amant Sessions, del guitarrista norteamericano Peter Novelli.

El  blues con los diversos matices de su universo sonoro, se manifiesta con la pasión de su voz, en el cuidado de sus arreglos, en el nivel de producción del material, desde lo físico hasta lo que se escucha en sus once temas con precisa duración, en donde solo dos de ellos superan los cinco minutos. Estos, al igual que la distribución de los mismos en el cuerpo del álbum, trazan una ruta emocional bien delineada para el oyente, al ir desplazándose de manera fluida.

El poblado de St. Amant (o Saint Amant), situado en los contornos de New Orleans y Baton Rouge, fue escenario de las sesiones de grabación donde se captó la magia que trae Novelli. El tema Luoisiana Sunrise nos engancha de entrada con un vigoroso acorde de guitarra, que de principio a fin pretende exhibir las cualidades del ejecutante, y logra su propósito. Sin importar que nos recuerde- de manera inevitable- una chispa de Guns N´Roses, al tiempo que plantea un discurso en torno al cual gravita el resto de la banda.

Así se abre este trabajo, planteando una diversidad que transmite la sensación estimulante de un transitar y amanecer en carretera. La evocación de los placeres del paladar surge con el instrumental Boudin, y por igual, las habilidades de los músicos establecen un dialogo de buen ambiente. Este parece ser el propósito de este tema, al tiempo que busca explorar y generar sonrisas.

El corte Je ne sais quoi nos brinda los colores de un acordeón que se manifiesta en un mood incesante, reafirmando la mezcla de historias de madrugadas, de bares y otros espacios, por momentos íntimos o abiertos, con relatos de personajes impactados por la rutina o la frustración, en su búsqueda constante de una ruptura u oportunidad.
Otra pieza muy bien lograda, es un relato de luna llena con atmosfera de Voodoo a orillas del río Mississippi. Con tono sombrío y vocalización en cascada que se acopla a su base melódica, así transcurre Spirit passing by, en el cual entra en juego una poderosa y extensa ráfaga de guitarra, mientras otros elementos complementan el toque de misterio.



Como en todo álbum de blues, Peter Novelli también se ocupa de honrar íconos y legados. La inevitable referencia a la emblemática calle Bourbon, se hace presente con el tema Bourbon Street Blue. Con tono melancólico e intimista, el autor aborda la primera parte de esta propuesta solo acompañado de su guitarra acústica y luego se une la banda sin afectar la carga emotiva de la pieza.

Como muestra del buen balance en la estructura orgánica del repertorio, el corte Woman in my Dreams, logra su propósito de elevar el nivel rítmico, sugiriendo al oyente a disfrutar de la ilusión y la esperanza.

Las inquietudes del autor se deslizan en variados senderos de sus historias y sus composiciones, confrontando preguntas, respuestas, anhelos y dudas, como en Write a Story in your Mindo buscando tonos más relajados como sucede con Thinkin´or Drinkin´”, o quizás proponiendo bandas sonoras para tomar el guía y atravesar distancias con los temas Shreveport Stompy la multicolor I-10 Boogie.

Finalmente el cierre se reserva para Zydeco Ride, con un vivaz hibrido de la tradición musical cajún y elementos del blues, poniendo a nuestro alcance otra muestra de pureza autóctona y de la riqueza de Louisiana.

La banda:
Peter Novelli (voz, guitarra acústica y guitarra eléctrica)
Chris Senac (bajo) yBrian Brignac (bacteria y percusión)
Kevin McKendree (piano, órgano hammond B3, wurlitz),
Fotos: Joseph Crachiola y Pedro J. Bonilla

Tracklist
1-Louisiana Sunrise
2-Boudin
3-Je ne sais quoi
4-Spirit Passing by
5-Bourbon Street Blue
6-Woman in my Dreams
7-Write a Story (in your Mind)
8-Shreveport Stomp
9-Thinkin´ or Drinkin´
10-I-10 Boogie
11-Zydeco Ride

Peter Novelli visita la cabina de Música Maestro

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