Yo soy la salsa...mal condimentada
Por Alex
Quezada
“Cuando muera quiero que la lápida
diga: Aquí está Johnny Pacheco en
contra de su voluntad….”; es lo que se escucha en uno de los tantos momentos jocosos
del citado compositor y ya legendario director de Orquesta, en sus
intervenciones del docudrama “Yo Soy La Salsa”, que pretende erigirse
como un tributo a su exitosa carrera musical y que el pasado 30 de octubre tuvo
su estreno en República Dominicana. Pero que lástima que salvo las opiniones
del director Leon Gast y los
instantes de dramatización interpretados por el actor dominicano Danilo Reynoso, que apenas abarca un
cinco por ciento de la cinta, lo demás solo parece material promocional o un
planteamiento de intenciones de algo que está por organizarse, como si fuese un
making o behind de algo que se va a hacer, lo cual apreciamos como un fallo
narrativo, lo que se torna en un hastío para el espectador y más aún para el
que ya tiene conocimiento de los
audiovisuales anteriores de Las Estrellas de Fania y que se encuentra en la sala de
cine esperando que le sirvan algo.
Si bien es cierto que desde hace muchos años sentimos admiración por el personaje homenajeado, también lo es que el
presente material no nos aporta nada nuevo que debamos saber. No nos hace
variar nuestro punto de vista sobre el Maestro, tampoco nos muestra a plenitud,
material del concierto del Hotel Jaragua del pasado 25 de marzo de 2014; este último pudo haber sido el eje central de contenido, si se plantearan otras
metas de edición o venta, ya que lo que actualmente está en pantalla, apenas
muestra escasos segundos de los artista, que no creo que con eso estén
satisfechos, sobretodo los dominicanos. En esencia ese concierto merece ser
apreciado con más integridad.
Es válido
recurrir al conocido material audiovisual de Fania, de los años 70 en el Club
Cheetah, el Yankee Stadium, Zaire y otros pietajes, para un montaje con las
nuevas entrevistas y el concierto de marzo; pero a nuestro entender, esas
imágenes se convirtieron en el pantano en que se hundieron las nuevas ideas. Todos estos fragmentos de entrevistas
realizadas a Cheo Feliciano, José Alberto “El Canario”, Bobby Valentín, Roberto
Roena, Rubén Blades, Luis “Perico” Ortiz, Cuco Valoy, Marc Anthony y otras
figuras, solo se limitan a una empalagosa alabanza; no hay puntos oscuros en
torno a estos músicos, todo parece un excesivo culto a una figura que hay que
agradar para complacer egos- Jesús Cristo parece tener más contradicciones que
estos humanos.
Yo Soy La
Salsa avanza a tropezones entre climax, anticlímax y pocas sorpresas. El
material antiguo de Fania se ha digitalizado y toma otra dimensión, lo mismo no
podemos decir de otros fragmentos que forzosamente deslucen el propósito
actual; el sonido y la edición de sonido son de sus mejores logros; la
dirección de fotografía en la entrevista en casa de Pacheco es inferior a la de
los instantes de Danilo Reynoso, y cuando eso sucede el editor debe mostrar su
audacia en cortar a tiempo y mantener el ritmo.
Concluimos diciendo que las ideas, por bien
intencionadas que sean, también deben seguir técnicas, que este docudrama debió
priorizar en el material del Hotel Jaragua y plantearse, promoverse y
proyectarse como el último concierto de Fania All Stars, el último concierto de
Cheo Feliciano y el último concierto de Johnny Pacheco en su país.
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