Escuchar música: Un fabuloso pretexto para una reunión previa al MIC IV

(Por Alexis Méndez).
Escuchar la música preferida a solas, es necesario para un melómano; pero escucharla y conversarla entre amigos y conocidos es fascinante…mucho mejor. Es lo que creo, sobretodo porque en tal ambiente, uno saca a flote emociones y razones.
Es exactamente lo que ocurrió; emociones y razones se cruzaron entre un grupo de melómanos que compartieron-entre ellos y entre un público que le acompañó-algunas rarezas y preferencias del jazz caribeño.
El encuentro se dio acabo en el local de la Asociación de Cronistas de Artes (ACROARTE) en la ciudad de Santo Domingo, llevó por nombre “Escuchando nuestro jazz” y formó parte del proceso previo al IV Congreso Internacional Música, Identidad y Cultura en el Caribe (MIC IV), que trae el tema “El jazz desde la perspectiva caribeña”.
Puedo asegurar que fue una actividad que rompió esquemas. Lejos de la formalidad, prevaleció un ambiente jovial donde todos se quitaron el ropaje de cronista, de radiodifusor, de músico, de coleccionistas, de investigador…solo quedaron amantes que intercambiaban grabaciones, conocimientos y la alegría de encontrarse en aquel momento y aquel lugar.
La participación se dio por orden de llegada. El primero fue Fernando Rodríguez de Jazz en Dominicana, quien presentó los temas “Pretty Blues” de Mario Rivera, el cual forma parte de su álbum “El Comandante” (1994) y “Vale”, interpretado por el Grupo Cayena, tomado de algún momento especial de los tantos que ofrecen las actividades que organiza.
De seguida llegó Eugenio Huot, con dos temas de la producción “Amor y Piano”, en la que pianistas cubanos rindieron tributo a su compatriota Frank Emilio Flym, un intérprete esencial de este instrumento y en la música de Cuba. De ahí se escuchó el tema “Dinga, Dongo, Dunga”, interpretado por Ernán López-Nussa, inspirado en el contrapunto predominante en la composición “Gandinga, Mondogo y Sandunga”, pieza cumbre del jazz afro-cubano y posiblemente la más trascendental de Flym. También se disfrutó de un cha cha cha titulado “Francheando”, un tema inédito donde se ponen en juego los recursos y mañas del legendario músico.
Eugenio dio paso a Luís Aquino de MUSICA MAESTRO, quien nos deleitó con un tema de Gonzalo Rubalcaba, titulado “Mi gran pasión”, en el que se advierte un recorrido por diferentes patrones rítmicos de Cuba (danzón, bolero, son) combinados con la armonía de jazz.
Continuó Grisell Estrella, quien presentó una de varias grabaciones que realizó su padre, Darío Estrella, junto a Tavito Vázquez. La que escuchamos fue la mangulina “Compay José”, con los solos jazzeados de Tavito.
Cada participación tuvo sus luces, pero todo el que allí estuvo y ahora lee estas líneas, debe estar apoyándome cuando destaco la contribución de José Isidro Frías, quien recordó a algunos, y dio a conocer a otros, la figura de Manny Albam, simera figura del jazz y la música sinfónica en el mundo, nacido en Samaná, República Dominicana. Precisamente “Samaná” se titula uno de los temas colocados por Frías, de la autoría de Albam.
A seguidas tocó el turno al novel y talentoso pianista Josean Jacob, quien además de los temas que mostró, nos cautivó con la manera pedagógica que explicaba algún que otro episodio rítmico y melódico de cualquiera de los temas expuestos esa noche, lo que hizo que hasta el menos entendido de los presentes, entendiera y disfrutara todo lo que allí se escuchó.


José Isidro Frías

A seguidas tocó el turno al novel y talentoso pianista Josean Jacob, quien además de los temas que mostró, nos cautivó con la manera pedagógica que explicaba algún que otro episodio rítmico y melódico de cualquiera de los temas expuestos esa noche, lo que hizo que hasta el menos entendido de los presentes, entendiera y disfrutara todo lo que allí se escuchó.
Jimmy Hungría, en su turno, desató el asombro cuando mostró una versión merengue del “Giant Step” de Coltrane, interpretada por Tolú, la formación musical que una vez capitaneó el saxofonista colombiano Justo Almario y el percusionista peruano Alex Acuña, y que reunió talento de Perú, Colombia, Venezuela, Puerto Rico y Estado Unidos.
Además presentó una versión del clásico Manisero, interpretado por la orquesta de Stan Kenton.
Ramón Rosario, del programa radial “La excelente música del mundo” nos hizo un recorrido por algunas músicas y músicos dominicanos, entre los que está La Súper Orquesta San José y Félix del Rosario. Al final de su participación, Rosario dejó escuchar a Tavito Vázquez hablando, otro momento inolvidable del encuentro.
Tommy García llevó dos grabaciones de Rafaél Solano y su orquesta que nunca se publicaron. Cuenta Tommy que estas fueron resultado de momentos de ocio que vivía la orquesta en el estudio de grabación. La primera se titula “Solanismo”, una descarga de blues con base rítmica de guanguancó, que muestra a un Solano diferente, con unos solos que no son comunes en su propuesta. La Segunda es el tema “Eterno enamorado” en una versión swing, y donde participan las voces de Los Solmeños.
Así transcurrió aquella memorable reunión donde la música se explicó a sí misma. El final no pudo ser mejor, pues se formaran diferentes grupos que conversaron de todo cuanto se disfrutó, tanto que el tiempo fue ignorado por completo, todo esto en el marco de una grabación llevada por quien suscribe, en la que el pianista Harold López-Nussa lleva al universo de jazz el tema “Para vivir” de Pablo Milanes, incluído en el álbum “Canciones”, que el novel pianista (ya no tanto) publicó en el 2007.


Para saber más del IV Congreso MIC, entre AQUI.

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