Una mirada al inicio del 8vo. Festival de Cine Global Dominicano
Por Alex Quezada
alexquezada1@gmail.com
La
inauguración de la octava edición del Festival de Cine Global Dominicano, que trae a México como país invitado, se dio
acabo la noche del pasado martes, 11 de noviembre, en el Teatro Nacional
Eduardo Brito, con la cinta “Dólares de Arena”, coproducción de Rep.
Dom, Argentina y México, con la presencia de sus directores Laura Amelia Guzman
e Israel Cárdenas, y su protagonista
Geraldine Chaplin. Además, se dieron aperturas simultaneas, el miércoles 12, en
las ciudades de Santiago, Puerto Plata, Nagua y Barahona, con las películas “Esclavo
de Dios” (Venezuela), “El Rayo” (España), “Mr.
Kaplan” (Uruguay-España-Alemania) y “Marsella” (España)
respectivamente. Ayer jueves iniciaron los ciclos de conferencias y charlas
didácticas que este año tendrán lugar en la Cinemateca Nacional, el Instituto
Tecnológico ITLA y UNAPEC, y también las proyecciones regulares que transcurrirán
hasta el día 19.alexquezada1@gmail.com
Cuatro
salas del Palacio del Cine en la plaza Blue Mall de Santo Domingo se han
establecido como el punto principal de proyecciones de la capital. Ayer a las
5:30 de la tarde, contó con sala llena el documental “El Gobierno Honesto
del Profesor Juan Bosch y el Fatídico Golpe de Estado de 1963”, del
recién fallecido periodista y productor de televisión Emilio Herasme Peña.
Hago el señalamiento de la sala llena, porque tuve que sentarme en los escalones
al igual que otra docena de jóvenes, de tanta gente que entró, no por sus grandes cualidades, sino porque
era la única exhibición en ese horario, pues todo lo demás iniciaba a las 7:00
pm; y es que en esencia este material de 86 minutos, adolece de elementos visuales que lo haga atractivo, sobretodo ante las nuevas
generaciones de espectadores. Más bien su mérito descansa en el histórico
discurso de toma de posesión del presidente Bocsh y el complot militar,
intercalado con las puntualización del locutor-narrador, recortes de periódicos
y pietaje de video. Me causa suspicacia la valoración a priori y lo largo del
título (algo de lo que México abusó durante varias décadas hasta saturarnos), también
estos fragmentos de entrevistas planas de televisión (típicas de la franja
UHF), a varios militares e historiadores, puestas en una línea gráfica
atrasada, y pálida, con edición monótona y escasa musicalización; en resumen,
algo muy pesado de digerir.
Ya sobre
las 7:00 pm se animaron el lobby y los pasillos, y el público empezó a
distribuirse entre las salas y las propuestas de la noche. Coincidimos con
varias figuras de la “industria local” que optaron por el dos por uno
de la sala seis, con el corto mejicano de diez minutos “Amateur”,
introducido por el Director General del Festival, Omar de la Cruz, y motivado
con la presencia del Embajador de México, José Ignacio Piña, y de su
director-productor Arap Bethke. Con su relato del ladrón estúpido y
chica atrevida, Amateur cumple con su propósito de provocarnos con una
ligera sorpresa y una sonrisa al final.
De inmediato (7:30 pm) con la presencia de su
director y guionista Rafa Lara, la película, Labios Rojos,
tomó la pantalla con la trama de un publicista (Jorge Salinas) envuelto entre
picardía erótica y disfunción sexual. Sin más pretensiones que las de
aprovechar las dotes y carisma del galán protagonista de decenas de novelas, la
cinta logra sus intenciones hilarantes, destinadas a un público que no necesitara
usar sus neuronas.
Y el plato
fuerte de la noche, a nuestro entender, fue “Cesar Chávez”,
aunque al encuentro con esta cinta solo acudimos unos quince espectadores, para
apreciar esta etapa de maduración que ya puede exhibir el joven actor y
director mejicano Diego Luna, y para acercarnos a la icónica figura del
líder sindical al cual hace homenaje y que impactó el ámbito de derechos
civiles y otras reivindicaciones de los trabajadores agrícolas desde los campos
de California en los años 60. Con un
convincente reparto de lujo, encabezado por Michael Peña, América
Ferrara, Rosario Dawson y John Malkovich, la cinta ambientada en soleados
paisajes y productivos campos, con su atmósfera de represión policial y abuso
de los patrones- donde un día de trabajo valía dos dólares y estaba vetada la
palabra Huelga- combina pietaje de video original donde intervienen
figuras jóvenes como Robert Kennedy y Ronald Reagan en los conflictos de debate
y todo el impacto hacia otros Estados e inmigrantes trabajadores que sufrían
las mismas condiciones que Chávez y su grupo denunciaban, y finalmente
cambiaron. Por coincidencia, tras el triunfo de los huelguistas, Robert Kennedy
fue asesinado.
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